Flashbacks por una foto

Me tumbo en la cama y pienso que todo empezó como empiezan muchas de las cosas que acaban siendo importantes en nuestra vida, de manera imperceptible, sin que nos demos cuenta.

Flashback 1 – Hace 20 Años

Aquella tarde el padre de R estaba muy contento, porque había ido a recoger las fotos que había hecho con su cámara nueva a su hija recién nacida. En la tienda la dependienta le había dicho que era una nena muy guapa y eso hizo que se le hinchara el pecho de orgullo paterno como a un pavo real. Ya en casa repaso las fotos y no pudo reprimir esa sonrisa de idiota, que se le pone a todos los padres cuando ven fotos de sus hijos recién nacidos. Tras ver un par de veces las fotos con su mujer, ambos repararon en un error de órdago, se habían olvidado de hacerle fotos a R, su hijo mayor. Tres carretes enteros con fotos de la niña y en ninguna salía R, ¡Qué desastre!. Los padres de R que se habían leído varios libros sobre psicología de familia, se dieron cuenta de que eso le podía hacer sentir fatal a su hijo y decidieron subsanarlo. De momento procurarían equiparar el número de fotos entre ambos hijos y para empezar, bajaron los dos a la plaza en la que estaba jugando su chaval con unos amigos para hacerles una foto. A los chavales les encantó la idea y en seguida se colocaron como los futbolistas en las fotos de equipo, los más altos atrás y los menos altos delante con el balón de fútbol y las raquetas de tenis. Esa tarde los padres de R subieron satisfechos a casa, habían cometido un error al olvidarse de R en las fotos, pero no volvería a pasar...

Flashback 2 – Hace 2 años

Sábado al mediodía. Después de una noche un poco más etílica de lo que recomienda la OMS, Pilates, Yosi y yo estamos tomando las cañas del aperitivo (o del desayuno, según se quiera ver). Se comenta la jugada de la noche anterior con el ánimo justo, mientras esperamos que la cerveza haga su efecto y nos nivele el Ph de nuestros destemplados cuerpos. R llega con una sonrisa en la cara que a todos nos sorprende y tras el saludo de rigor nos enseña una foto hecha por su padre cuando eramos canijos, posando como los equipos de fútbol en la plaza de mi barrio. Lo primero que hacemos es descojonarnos, los cambios son más que evidentes. Ortz que ahora es un rudo montañero con alguna que otra rasta aparece con pantalones cortos, camisita, naúticos y calcetines blancos subidos. Pilates también lleva una vestimenta muy parecida y una raqueta de tenis que casi es más grande que él...Yosi es clavado a su hermano pequeño y sale tan serio como los futbolistas antes del partido...Axel tiene unos rizos de querubín increibles, dignos de un componente de los Jackson 5...R sale con un balón entre las manos y la sonrisa de buen chaval que le caracteriza...Y yo que en esa época ya era el alto del grupo, salgo agarrando a Pilates y a Yosi por los hombros en plan grandullón...

Flashbach 3 – Hace 2 días

Recibo un correo de Pilates, titulado “Foto Mítica”. Me imagino que será una foto de alguna tía en pelotas pero resulta que no, que es la foto de cuando eramos enanos. Tardó tanto en llegarme porque la habitación de Yosi es como los agujeros negros del espacio, absorben la materia y luego no se sabe que pasa con ella. R ha escaneado la foto y nos la ha enviado...Se me pone la sonrisa de gilipollas y pongo la foto como fondo de escritorio. Le enseño la foto a mis padres y a mi hermano y todos coinciden en que es una pasada, que estamos muy majos todos y muy simpáticos....Por la noche cuando vuelvo a mirar la foto tengo sentimientos ambivalentes, hace más de 20 años que conozco a estos chavales de mi barrio, chavales que curiosamente ahora están en el paro como yo, o con curros de pocas horas y una amistad tan duradera es algo envidiable. Por otro lado, en esa foto nos quedaba toda la vida por delante, teníamos todo el potencial del mundo y ahora ya no tanto. ¿Llegaremos a ser lo que soñamos que queríamos ser? Me acuerdo de esto

Me tumbo en la cama y pienso que todo empezó como empiezan muchas de las cosas que acaban siendo importantes en nuestra vida, de manera imperceptible, sin que nos demos cuenta.