Monday, December 29, 2008

Desvariando

A veces me pierdo en mi vida...Me tiro días con pocas ganas de nada y no me aguanto ni yo...Normalmente el catalizador de ese sentimiento suele ser mi curro, aunque la resaca también hace de las suyas. Cansancio, ansiedad, pocas ganas de moverme y unas ganas increibles de estar tiradísimo en la cama se adueñan de mi...La diferencia está en que mientras con el curro tengo sensación de no vivir, con la resaca suelo tener sensación de haber vivido demasido la noche anterior (anoten que destaco vivido, no bebido, que también)...

Y echo la vista atrás y me doy cuenta de que a pesar del stress, de los malos ratos y de todo lo que he pasado, al final de todo se sale. Mejor o peor, pero al final tod@s acabamos saliendo...Pero, ¿por qué siempre se me olvida? Imagino que el ser un animalito que tropieza dos veces con la misma piedra (y las que me quedan por tropezar) hace que se me olvide. Aunque ultimamente, me pasa menos lo de tropezar... Hace poco aparecieron chicas de otros días y me sorprendí dando un paso hacia atrás y diciendo "No Blueberry, que vas por lana y al final acabas saliendo trasquilado, como te ha pasado alguna vez" y ni fui por lana, ni salí trasquilado ni nada de nada (que tampoco es muy digno de contar, pero es lo que pasó). Fui educado, majo y me comporté...Se lo comenté a Dwalks y me regañó por la forma en que se lo expliqué...La verdad es que el cabrón es muy de echar broncas moralizantes, y poner cara de esto no me lo esperaba de tí, y decir frases definitivas que te rompen la moral y te hacen sentir superculpable...Le invité a una caña y a los dos se nos olvidó el tema....

Pero no todo han sido situaciones de cara de acelga, cosas que me apetece compartir:

La chica que se quedó sin entradas para ver a Russian Red, me recomendó "Out"de Natsuo Kirino...Me gustó bastante, para ser una novela japonesa no es muy opresiva, tiene intriga y aunque no es para tanto como me dijo (si sois sensibles a la sangre absteneros) mantiene la tensión hasta el final

Por otro lado, he estado escuchando esta canción, que es casí tan agradable como tomarte un colacao caliente cuendo llegas a casa con el culo congelado de la calle, después de un día frío (frase poética donde las haya)... Jairo Zabala, Caléxico y la Rusa, no es una mala combinación

Wednesday, December 10, 2008

Saturday, December 06, 2008

Contradictorio

No tengo muy claro cuando dejé de ser joven. No fue cuando tuve a mis hijos, porque la gente de mi generación teníamos los hijos más jóvenes que los chavales de ahora, creo que fue con el punk...Ahí dejé de entender a los chavales...Es sábado y después de haber hecho un arroz con pollo increible, nos disponemos a comer los cuatro. No somos una familia clásica pero a mi mujer y a mi nos gusta comer con nuestros hijos en el findesemana...Nuestros hijos, curiosa expresión para los dos tipejos que viven en casa...Son hijos mios, pero les conozco poco... El mayor tiene más de 30 años y parece que ha sentado la cabeza, pero todavía no se ha marchado de casa y el pequeño tiene 27, pero se debe beber hasta el agua de los floreros...a ver si encuentra a una chica ya, que le hará bien. Yo a su edad ya tenía una casa, hijos, responsabilidades y ¿ellos?¿Qué tienen ellos?...Son dos mastuerzos de uno noventa cada uno, que cuando mi mujer llama al pequeño chiquitín, me dan ganas de decirle, "María que mide uno noventa, tiene 27 años y debe tener más pelos en los huevos que yo" Bueno lo de los pelos en los huevos no se lo digo, porque no es muy agradable, pero estoy convencido de que es así...

Cuando me prejubilé me encontré con mis dos hijos en casa y descubrí lo poco que los conocía...Sus grupos de música, sus pantalones primero caidos como si se hubieran cagado y ahora de pitillo, sus erráticas relaciones con las chicas todo era tan diferente para mi y tan complicado...Vivía con dos desconocidos bastante tocapelotas (todo hay que decirlo)...También descubrí a mi mujer, mejor dicho la redescubrí. Después de treinta años, empezamos a compartir más tiempo juntos y redescubrí todos los motivos que hicieron que me enamorara de ella...¿Quién me iba a decir que después de treinta años volvería a sentir por mi mujer lo que sentí cuando era un chaval de 25 años?...Sin darme cuenta miro a mi mujer y la sonrio...Mis hijos se empiezan a cachondear, dicen que estamos muy pesados y que parecemos tortolitos...Y me empiezo a cabrear, pero no les puedo decir nada...Después de 30 años preocupándonos por ellos, de sacrificar noches de sueño porque no se encontraban bien, sacrificios personales, económicos...30 años follando en silencio para que no se enterarán los niños...Estos dos cabrones siguen aquí en medio y no me dejan disfrutar en calma de lo mucho que quiero a mi mujer... Me entran unas ganas de mandarlos a tomar por...