¿Adolescente gilipollas? Si, soy culpable...

Miércoles por la mañana, estoy en el autobús con el traje puesto, con los Arcade Fire en el i-pod, repasando mentalmente mi currículo y lo que tengo pensado decir en la entrevista de trabajo. Voy de pie en el autobús...Suelo ir de pie en los autobuses porque normalmente un tipo de casi uno noventa no cabe en los asientos. Además siempre va a llegar una señora mayor que te ponga ojitos de bamby, esperando a que le cedas el asiento, y yo lo siento, pero es que no puedo con los ojitos de bamby, me generan culpabilidad...

Voy mirando por la ventana, hace uno de esos días de sol de Madrid, sin una nube y con mucha luz...Intento contagiarme del optimismo de la vida, porque mi madre me ha dicho por teléfono que hay que ser optimista en las entrevistas. Me pongo esto en el i-pod y no puedo evitar sentirme bien... De repente alguien me toca en el hombro, me giro y me encuentro a una chica muy guapa que me dice:

- Hola, ¿Te acuerdas de mí? - Me acuerdo de ella perfectamente, la cara de tonto que tengo es porque no me cuadra que haya entrado en el autobús y no me haya dado cuenta...
- Claro, eres B ¿No? - Digo con tono de “Claro que me acuerdo de tí, tronca”. A B la conocí hace muchísimo cuando yo era un adolescente gilipollas...Siempre me pareció una chica muy muy guapa, una de esas chicas a las que no les hace falta maquillaje para estar guapa, como dice mi madre una guapa de cara lavada...Yo que era un adolescente gilipollas (repito sin ningún tipo de rubor, porque es cierto), estaba a otras guerras y ni siquiera pensé en acercarme, tampoco creo que hubiera tenido mucho éxito, pero ese no es el tema... Evidentemente B sigue igual de guapa y maja que siempre...
- ¿Qué tal?¿Cómo estás? Tenía dudas de que fueras tú...Como vas con traje y así de espaldas... Pero estás igual que siempre, no has cambiado nada... - Me dice ella después de darme dos besos
- No te he visto pasar, ¿dónde te has subido? - Contesto yo sonriendo, por lo de que sigo igual que siempre. Últimamente me lo han dicho varias personas del pasado con las que me he cruzado...

Comenzamos a charlar y nos ponemos al día sobre nuestras vidas, el curro, parejas, vivienda, otros proyectos...Me olvido de mi entrevista y charlamos un buen rato hasta que llega mi parada. Nos despedimos con dos besos y ella me desea suerte para la entrevista, devolviéndome de nuevo a la vida real...

Mientras que voy a mi destino siento que me ha alegrado el día ver a B, y efectivamente se me ha contagiado el optimismo del que hablaba mi madre...Pero ¿hubiera pasado lo mismo si en vez de ser B, hubiera sido una de las chicas con las que he estado? Reconozco que para eso soy un puto desastre y no puedo evitar sentirme incómodo cuando me encuentro con chicas con las que me he pillado de alguna manera...No sé si es inmadurez o qué, pero cuando las relaciones se terminan, me cuesta comportarme con naturalidad... Será porque de alguna manera, en el fondo, no he dejado de ser ese adolescente gilipollas...