Gracias Alejandro...

Creo que fue en la época en la que empezaba a tocar la guitarra, tendría 16 años o así...Mi profesor me pasó una partitura de una canción con un arpegio muy chulo,muy facilito y la canción era muy bonita, de esas de las que le gustan a las chicas, me dijo mientras me guiñaba el ojo. Yo como buen macho ibérico que se precie, tengo esa tendencia natural innata para pensar con el pito principalmente (y en el caso que me dé por pensar con la cabeza, lo hago para que mi pito se beneficie) por lo que me puse a ensayar la canción con la constancia que nos da a los tíos la probabilidad de pillar cacho. La verdad es que ligué bastante poco con esa canción, no sé si era porque era un patas con la guitarra, o si era porque mi registro vocal no es muy amplio, o simplemente porque el “Se dejaba llevar” de Antonio Vega le quedaba muy lejos a las chavalas de mi época...Independientemente de eso, fue la primera vez que me encontré con este músico...

Luego me fui cruzando con gente que me fue pasando sus discos y que me hablaba de las virtudes de su música, pero nunca terminó de convencerme. No voy a negar que tiene canciones increíbles, que era un gran músico y un letrista fuera de lo común, pero me pasa con algunos artistas como Enrique Urquijo, Sabina o el propio Antonio Vega, que tienen un universo musical muy personal, en el que me cuesta enormemente entrar. Recuerdo que era frustrante cuando amigos hablaban de este tío, porque era una conversación de música en la que prácticamente no podía opinar.

El tiempo pasaba y fui viendo el reconocimiento que le brindaban artistas actuales, la reunión de Nacha Pop, la muerte de sus compañera sentimental, sus últimos discos. Y el tío seguía ahí, muy demacrado, muy desmejorado, pero era una constante en el panorama musical de por aquí...Hasta que le llegó su momento y nos dejó.

Y le doy las gracias a Alejandro González Iñarritu porque fue en una de sus películas, donde por primera vez entendí a esas personas que tan bien me hablaban de Antonio Vega. Creo que es una elección perfecta para esa historia de dos hermanos enfrentados. Imagino que los gigantes de Antonio eran otros...