Morado

Recuerdo llegar a la puerta de un cementerio y todo era de color morado. La verja de hierro, las flores, las lápidas todas en diferentes escalas cromáticas de morado...Caminaba junto a mi madre que hacía diez años que había muerto, estaba muy guapa con su moño negro y me transmitía mucha tranquilidad caminar agarrada a su brazo. Las dos ibamos vestidas con ropas moradas, e ibamos solas por el camino del cementerio, rodeadas de tumbas, hacía una lápida que no reconocía y en la que no había nombre...Dejabamos un ramo de claveles morados y yo comenzaba a llorar, mientras mi madre me abrazaba y me acariciaba el pelo...

En ese momento me despertaba del sueño, muy agitada y con muy mal cuerpo, mi marido dormía a mi lado ajeno a mi mal estar...El silencio y la oscuridad de la noche me rodeaba y poco a poco tomaba conciencia de que sólo era un sueño, nadie había muerto y no tenía que ir al cementerio a nada....

Ese sueño se repitió durante un periodo de un año y 8 meses de manera periódica...Una vez cada tres semanas, más o menos...En ese periodo a mi marido le diagnosticaron un cáncer y a medida que la enfermedad iba avanzando, el sueño se repetía con mayor frecuencia...

El día que mi marido murió, el sueño se repitió por última vez. Hasta ayer por la noche.